Vivimos en un mundo que tiene demasiadas ideas preconcebidas y que, en poquisimas ocasiones coinciden con la realidad. Un mundo donde la verdad y el realismo se escoden detras de operaciones triunfo, salsas rosas y otro tipo de entretenimientos que nos mantienen al margen de lo que los poderosos quieren guardarse para sus circulos.
Para mantener a la gente distraida y confusa, los medios de comunicación no pueden llamar a todas las cosas por su nombre, deben tachar de inofensivas las realidades que estan por encima de la conciencia popular, no pueden llamar nuestra atención para concienciarnos sobre temas que nos tocan de cerca u otros que lo hacen en la distancia.
Es mejor perpetuar la ignorancia y en el caso de lo que ocurre ahora mismo con Francia, etiquetar a las etnias oprimidas de ser unos asesinos, violadores, machistas y antipatrioticos. Pero mejor aún es mezclar el tocino con la velocidad y añadir a esa ristra de calificativos discriminatorios el de que los "revoltosos" adquieren la cultura del hip hop como estandarte en la lucha contra el sistema.
Esta es la impresión que se tiene al leer un articulo publicado recientemente en la prensa norteamericana, mas en concreto el articulo sobre esta crisis del columnista David Brooks.
Señor Brooks, se que no llegarás a leer esto nunca, pero si lo haces me gustaría que te movilizaras al lugar en el que se estan produciendo los hechos en vez de juzgar prematuramente y desde la comodidad que ofrece la distancia de este conflicto, yo no voy a decir que las personas envueltas en la revuelta sean unos santos, porque habra de todo y no podemos catalogar un todo, de ahi que vea tu etiquetado muy facilón y sensacionalista y hable de tu tinta malgastada como tu hablas de la gente que no conoces.
Mis felicitaciones a The New York Times por tener a un informador tan objetivo entre sus filas.
lunes, noviembre 14, 2005
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